martes, 27 de marzo de 2012

Rubén García lleva su vibráfono al jazz

Rubén García lleva su vibráfono al jazz

27/03/12.- Wayne Shorter es uno de los músicos más versátiles del jazz moderno. Su estilo innovador increpa a los ejecutantes a participar en un proceso de retos que obliga a recurrir a instrumentos no convencionales para dar al público alternativas que los catapulten dentro de ese mundo de ritmos y sonidos.
Rubén García está en esa onda. Desde hace mucho tiempo viene formando un grupo al que llamó Desalojo Jazz Project, conformado por Juan Ernesto Vásquez, José Marchena, Juan Carlos Hernández y su persona, sin que esto impida tener invitados especiales para la ejecución de alguna idea.
En este momento es percusionista de la Banda Marcial de Caracas, por lo que puede verse con frecuencia en la Plaza Bolívar y en otros lugares públicos golpeando las pailas de los timbales, tocando tumbadoras o sacándole sonidos al xilófono o al vibráfono.
También García está en las aulas como docente. Tiene una cátedra permanente de percusión en la Universidad Metropolitana, siendo esta la única que existe en una universidad del país y “mata tigres” de vez en cuando, como todos los demás músicos de este país.
SOMOS LOS MEJORES DEL MUNDO
Rubén García comenzó a los 13 años como integrante de un grupo de gaitas en el Liceo Militar Gran Mariscal de Ayacucho. De allí nació su amor por la música, la cual estudió hasta llegar a las Orquesta Sinfónica Venezuela y Municipal, donde laboró por más de 20 años.
García considera que “somos los mejores músicos del mundo, porque no estamos encasillados. En otros países, los ejecutantes de instrumentos se especializan en un género y no logran la versatilidad que tenemos los venezolanos. Aquí somos músicos con muchas experiencias. Somos capaces de leer las partituras y participar en agrupaciones de música académica, pero también tenemos la capacidad de formar grupos de salsa, de gaitas y de experimentar haciendo jazz”.
Y no sin razón cae en la música de su preferencia. Su primer disco está en la calle y se llama Wayne Shorter a la venezolana. Lo de Shorter, porque considera que en los últimos años no hubo un músico que experimentara tanto dentro de ese estilo, y lo de “a lo venezolano” porque las piezas que componen esta grabación es una fusión de instrumentos y melodías nacionales con toda la gama de matices que logra obtener Shorter en sus composiciones.
LA CREATIVIDAD VENEZOLANA
Relata García que su proyecto fue una odisea que contó con el apoyo de los amigos. Uno de ellos prestó una computadora portátil a la cual le colocaron dos micrófonos y la llevaron a la casa de Jerry Weil, quien, al saber que se trataba de un proyecto donde se involucraba a Shorter, aceptó las partituras y se prestó a grabar para el grupo.
Los dos micrófonos fueron colocados al lado del piano para lograr la mayor nitidez posible en la grabación. Igual hicieron con cada uno de los instrumentos para luego en un proceso de mezcla y edición se logró tener una matriz para presentarla en el Centro Nacional del Disco (Cendis).
El proyecto tuvo la acogida esperada y el centro procedió a la grabación de tres mil discos que ahora están a la venta en las Librerías del Sur, con una buena receptividad por parte del público.
Tuvo elogios para el Cendis. Considera que con este apoyo son muchos los artistas que podrán ver colmados sus sueños y catapultarse hacia los grandes públicos.
FORMACIÓN INTEGRAL
Rubén García se considera vibrafonista, pero es también un percusionista de mucha experiencia, tanto en el lado académico como en el lado urbano; el ritmo de la calle que se hace presente en las gaitas callejeras, en los toques de amigos y en los “tigres” que se presentan con frecuencia en sitios nocturnos, en las tarimas de músicos y cantantes que le invitan a acompañarle en sus presentaciones.
Se formó con los conocimientos que le aportaron maestros de la talla de Orlando Poleo, Jorge Dayoub, Alexander Livinalli y Dave Samuel, además de otros maestros, como Gary Bourton o Stefond Harris, de quienes ha aprendido el virtuosismo del vibráfono al escucharlos y verlos tocar.
Ahora trabaja en otros proyectos. Considera que está en la pista de despeje y que pronto podrá volar hacia otros horizontes, cuando se conozca la calidad de la música que interpreta junto a su grupo Desalojo Jazz Project.
IGOR GARCÍA/CIUDAD CCS
FOTO LUIS BOBADILLA

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