La música recia hizo que ayer los bailadores levantaran la polvareda en la majestuosa Plaza Venezuela. Gente de todas las edades se contagiaron con los distintos géneros en que se divide el joropo, gracias a la destreza musical de dos jóvenes agrupaciones que, en sus andanzas por esos mundos, a decir de los llaneros, buscan modernizar el joropo en todos sus aspectos.
La cita, programada por Pdvsa La Estancia, en esta IV Edición del Festival de Joropos, en homenaje a la cumanesa María Rodríguez, estaba pautada para las 5 de la tarde en la Plaza Venezuela.
Los primeros en probar tarima fueron los integrantes de la agrupación Compases de Integración, que vienen experimentando con las distintas formas de expresar la música criolla, desde el pajarillo hasta el corrío llanero, imprimiéndole un sello muy personal que en ocasiones colinda con el jazz, sin dejar de pertenecer a la soberbia música de nuestros llanos.
Compases de Integración es una agrupación que nació a raíz de las inquietudes de un grupo de jóvenes músicos, exitosos en la senda festivalera de Venezuela y Colombia. Son cuatro jóvenes músicos que hacen derroche de musicalidad. Curtidos en la calle y estudiosos del pentagrama. Son ellos Eduard Jiménez, Alis Cruces, Nelson Echandia y Andrés Ortiz. Entre sus canciones destaca Viajando entre mis cuerdas, donde los instrumentos se cruzan y entremezclan para ofrecernos una danza o un perro de agua con toda su potencia. Cada melodía dejaba el sabor de lo nuevo, porque, definitivamente, un corrío o un joropo atravesado, puede ser interpretado en un cambio de ritmos sin dejar de ser lo que es. Bien por estos muchachos, preparan su primera producción.
LA METRALLETA DEL ARPA
Luego de la intervención del grupo Compases de Integración, el turno fue para Carlos “Metralleta” Orozco, barquisimetano de pura cepa.
El hombre se montó con sus hijos y ejecutó, en primera instancia, la bandola, para luego pasar a un arpa morocha, donde demostró el porqué de su sobrenombre.
Sólo en video a cámara lenta puede seguirse la destreza y velocidad con que mueve sus dedos y dispara notas este joven músico, quien le imprime sabor y ritmo sin igual a cada interpretación. El público aplaudió a rabiar.
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Con el arpa en la sangre
> Carlos “Metralleta” Orozco nació en Barquisimeto, el 24 de diciembre de 1966. Lo de músico le viene de herencia, porque a su casa llegaban todos los músicos de entonces, en virtud de que su padre tenía una agrupación, donde precisamente comenzó a tocar las maracas a la corta edad de cinco años. A los siete años ya tocaba el cuatro y a los nueve, el bajo
> Desde los 15 años comienza su inquietud por el arpa y a los 18 era un buen ejecutante de este instrumento. Es considerado un innovador y creador de un nuevo estilo dentro de la música llanera
> En 1989 es invitado a Villavicencio, en Colombia, y allí asombra por su agilidad y destreza con el arpa A partir de ese momento, se le comienza a llamar “Metralleta”
> Tiene en su haber más de cuatrocientas producciones musicales
> Ha participado en múltiples eventos nacionales e internacionales
> En sus presentaciones se hace acompañar por sus hijos, Christini Francelin, Carya y la maraquera Oneica Orozco.
ÁNGEL MÉNDEZ
CIUDAD CCS
Fuente: http://www.ciudadccs.info/?p=277649#more-277649
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